La Necrópolis de Medellín es, sin lugar a dudas, uno de los yacimientos emblemáticos de Extremadura. A su indudable interés arqueológico añade que su descubrimiento en 1969 supuso una revolución en la Arqueología Española, pues su excavación permitió valorar el espléndido desarrollo del Periodo Orientalizante en estas tierras extremeñas, tan vinculadas a Tartessos. La publicación de la primera campaña de excavación por el Profesor Martín Almagro Gorbea en su clásica síntesis sobre El Bronce Final y el Periodo Orientalizante en Extremadura abrió nuevas líneas de investigación, seguidas por numerosos arqueólogos cuyos descubrimientos y estudios han hecho que la Arqueología de Extremadura sea una de las que más se ha desarrollado en España en estos últimos años. Pero el interés del yacimiento llevó a proseguir los trabajos lo que hizo de la Necrópolis de Medellín la mejor conocida de la Cultura Tartésica. El yacimiento, enmarcado en el bello paisaje de Medellín y de las Vegas Altas del Guadiana, enriquece uno de los conjuntos arqueológicos más destacados de la protohistoria española y extremeña, pues el Medellín tartésico y su necrópolis orientalizante son ya un hito en la Arqueología Española.