(IMPRESI?N BAJO DEMANDA DE 1 EJEMPLAR) Con pr?logo de Jorge Luis Borges. Cansinos quiso que su primer libro fuera hondamente judaico. No en vano llevaba, desde que lleg? a Madrid en 1898, buscando sus ra?ces jud?as, investigando en la Biblioteca Nacional su pasado familiar y tratando de conseguir toda la informaci?n que pod?a sobre sus antepasados paternos, incluso manteniendo relaci?n epistolar con rabinos de comunidades sefarditas europeas. En 1904 contact? con el senador ?ngel Pulido para ayudarle en su campa?a filosefard? y en su despacho conoce a Jos? Farache, con el que mantendr? una intensa amistad y que le introduce en la incipiente comunidad jud?a madrile?a. Pronto participara ?l mismo en la campa?a y promover?, a pesar de su juventud, iniciativas como Alianza Hispano Israelita (1909), en la que implica a Carmen Burgos (Colombine) y su "Revista Cr?tica", al tiempo que colabora con peri?dicos sefarditas, escritos en judeo espa?ol con caracteres hebreos. Cansinos Assens terminar? siendo una de las figuras m?s relevantes del juda?smo espa?ol del primer tercio del siglo XX. Cuando ya el modernismo se hab?a institucionalizado y la literatura y el arte caminan hacia las vanguardias, aunque predomina la 'amena literatura', con "El candelabro de los siete brazos" Cansinos Assens se desmarca de su tiempo, como hizo siempre, y lanza a las mesas de los poetas en el caf? Colonial una colecci?n de psalmos, de ritmo b?blico, en la que se desgrana su yo m?s ?ntimo y en la que se adivinan las profundas ra?ces jud?as de sus sentimientos. La tristeza, la pena errante, la rebeld?a, el pesimismo son temas recurrentes de su prosa po?tica, que es tambi?n un canto a la vida. Vicente Huidobro, en Chile, publicar? un libro de corte muy similar, Las pagodas ocultas, y pronto los dos se reunir?n en Madrid para promover las vanguardias. El estilo de la obra, observa Jorge Luis Borges en el pr?logo de esta edici?n, es el de los Salmos, acentuado y modificado: 'Cada una de las partes que lo integran tiene como nombre una letra del alefato hebreo. Las escenas transcurren en Madrid, pero el ambiente es oriental. Los lupanares son harenes; las mujeres que bailan son bayaderas; el Caf? Colonial es el caf? de los divanes rojos; las tertulias del Colonial son congregaciones sab?ticas. En ese primer libro ya est?n, para quien sepa leer entre l?neas (quiz? el ?nico modo de leer, dada la imperfecci?n del lenguaje) la entonaci?n, las cadencias, las preferencias, las vastas y vagas met?foras, el culto rom?ntico del fracaso y hasta la biograf?a venidera de quien ser?a mi maestro.' 10