Encuadernaci?n: R?stica
Cuarto libro de la Saga Vanir
Desp?es de salvar la vida de la Cazadora, Gabriel es reclamado por los dioses para que tome su lugar en el Asgard. Ahora, convertido en einherjar, un guerrero inmortal de Od?n, pasa su tiempo entren?ndose en el Valhall, prepar?ndose para el Ragnar?k y recibiendo todo tipo de cuidados de las valkyrias. Sin embargo, el tiempo de preparaci?n ha llegado a su fin. Tres de los objetos m?s poderosos de los dioses han sido robados para traer el caos a la Tierra y provocar un final de los tiempos adelantado. Gabriel ser? enviado como l?der de los einherjars para alertar a todos los guerreros, unificar los clanes y salvar a una raza humana a la que ya nada de une. Y mientras intenta lograr sus objetivos, esperar? encontrarse no s?lo con sus amigas m?s queridas, sino, con la vaniria que lo obsesin? hasta la muerte: Danna McKenna. Pero esa obsesi?n puede hacer que nunca conozca a la mujer que en realidad lo ama...
No es f?cil ser una valkyria como G?nnr. Ella es distinta al resto, no tiene ni los poderes ni la furia ni el temperamento que caracteriza a las de su raza, todos la ven como "la dulce e inofensiva G?nnr". Por eso se sorprende tanto cuando el alma de un guerreo de cara de ?ngel, el esperado por los dioses, la reclama para que cuide de ?l. Y as? lo har? religiosamente hasta que un error nacido de su repentina pasi?n provocar? que el Engel se distancie de ella, pero no por mucho tiempo. Od?n y Freyja les han reclamado para que juntos y de manera indivisible desciendan a la Tierra a recuperar uno de los objetos desaparecidos: el martillo de Thor. G?nnr luchar? al lado de Gabriel y se enzarzar? en la mayor batalla de todas, la de ense?arle al guerrero de cara de ?ngel que, por cegarse con una mujer, se est? perdiendo el resto del desfile.
Las valkyrias y los einherjars descienden a la Tierra para que los jotuns de Loki no logren acelerar el Ragnar?k antes de tiempo.
Los dioses se la juegan al todo o nada.
Y dos amigos est?n apunto de descubrir que cuando se trata de amor, se apuesta siempre al rojo.