Vicent Ferrer fue un teólogo, un intelectual, un hombre de acción y, sobre todo, un predicador dotado de una capacidad de seducción de masas pocas veces vista, a tenor de los muchos testimonios que nos lo corroboran. Nacido en Valencia (1350), le tocó vivir la grave crisis del Cisma de Occidente y tuvo que intervenir en momentos cruciales de la alta política de la época.