Este volumen recoge, por primera vez, el epistolario completo entre Manuel de Falla y los Mart?nez Sierra, Mar?a y Gregorio, contextualizado y cuidadosamente anotado. Fue la suya una relaci?n profesional intensa y fecunda, que en buena parte coincide con uno de los momentos m?s creativos del m?sico y, sin duda, de mayor relaci?n del compositor con el teatro, que marc? un hito en la trayectoria dram?tico-musical de Manuel de Falla. Del mismo modo, de su colaboraci?n con el m?sico gaditano surgieron los m?s duraderos logros art?sticos de los Mart?nez Sierra como autores y realizadores esc?nicos: la gitaner?a y posterior ballet El amor brujo; la pantomima El corregidor y la molinera, que dar?a lugar al ballet El sombrero de tres picos, al margen de otros proyectos que transitan por este epistolario, como Pascua florida, Clara Gazul o Fuego fatuo.La lectura de este epistolario desvela tambi?n una profunda relaci?n personal de amistad entre sus protagonistas, especialmente entre Mar?a Lej?rraga y Manuel de Falla, a pesar de sus diferencias de car?cter. Amistad profunda y respetuosa, que les lleva a hablar de todo lo divino y lo humano, de pol?tica o religi?n, de feminismo o teatro, de amigos comunes, empresarios y editores, pero tambi?n de su vida cotidiana, de sus afanes y preocupaciones, de sus viajes, de lo que piensan y sienten, de sus anhelos, entusiasmos y frustraciones, de proyectos de vida. Poco pod?a imaginar Mar?a Lej?rraga, cuando en 1911 public? ?con el nombre de su marido, como casi toda su producci?n?Granada. Gu?a emocional, que ese libro, inspirado por su visita a la ciudad con su esposo en 1906, iba a ser fundamental en su vida personal y art?stica. Cuando conocieron a Falla en Par?s, en 1913, supieron que, sin pretenderlo, se hab?an convertido ya en colaboradores del m?sico. Aquellas maravillosas descripciones de la ciudad que ella llam? ?La Jerusal?n de Occidente?, de la Alhambra, su bosque, sus fuentes y sus arrayanes, hab?an servido para sacarlo de su sequ?a compositiva para componer sus Noches en los jardines de Espa?a. Su amistad se rompi? en 1921, a ra?z de los desencuentros por Don Juan de Espa?a. Mar?a nunca dej? de interesarse por su amigo, pero las vidas de los tres protagonistas de este epistolario discurrieron ya separadas para siempre. En las p?ginas de este volumen vuelven a latir ante unos lectores que, en principio, no est?bamos invitados a participar en ellas. Merece la pena disfrutar de este privilegio.